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SIENTO DEJAR ESTE MUNDO SIN PROBAR PIPAS FACUNDO

Bill Gates me va a matar

Bill Gates me va a matar

 

Hoy es noticia en todos los medios de comunicación un grupo de niños de Ariño que han tenido la suerte de ser invitados por Bill Gates a Berlín. El informático más feo de la historia ha resaltado a Aragón como un ejemplo para el mundo a la hora de hablar de Tecnología aplicada a las aulas.

Nuestra comunidad es pionera en el uso de pizarras digitales en los colegios. Los niños ya no escriben en cuadernos con bolígrafos sino que directamente hacen sus ejercicios sobre una pizarra táctil.

No hay duda que los ordenadores nos han facilitado mucho la vida. Hoy en día no podríamos vivir sin Internet. Pero a mi personalmente me está arruinando la salud.

Si. La razón: El ordenador portátil.

Mientras la mujer de mi hermano está embarazada y lleva a Marina todo el día encima, yo llevo a mi portátil, que estoy segura de que pesa mucho más. Y ¡si!, me está destrozando la espalda. Mi ordenadorcito pesa por lo menos 7 kilos y tengo que ir todo el día con el al hombro...Normalmente mis conversaciones de cada día son las siguientes:

 

-     Hola bea ¿Qué tal?

-         Pues me pillas en mitad de una clase, no puedo hablar

-         ¡Anda! Si quieres quedamos cuando acabes y nos tomamos algo en algún barecillo.

-         Uff si es que llevo el portátil y no voy a ir toda la noche con él. Me tengo que ir a casa.

 

En conclusión es como tener un hijo. Te da dolores de espalda, de cabeza, te impide salir por ahí....

 

4 comentarios

Anónimo -

vallase ala mierda

opiloc -

las malditas pizarras de los huevos han costado 22 millones de euros a la DGA. mientras tanto, los interinos siguen siendo uno de los puestos de trabajo más precarios...

Mireya -

está claro, el portátil está arruinando nuestra vida social. Qué ganas de quitármelo de encima, nunca mejor dicho!

mom -

Yo ya parezco a Pocí en la forma de caminar, con el ordenata todo el día colgando. Y cuando no lo llevo también, porque la forma ya se me queda grabada. Esto es como los sillones de casa de los abuelos, que tienen la forma del cuerpo incrustada.