La dulzura de la sutileza
Siempre deprisa y corriendo. Entro en la sala y las luces están apagadas. Ya han empezado los títulos de crédito. Los Renoir están medio llenos (se nota que es miércoles). El acomodador tiene que echar a unas personas sentadas en nuestros asientos. Me sabe malo, pero al fin y al cabo es un buen sitio y había ido dos horas antes a buscar las entradas.
Ya me siento. Estoy agotada después de todo el día en clase. Levanto la cabeza y aparece una primera imagen de Caramel. Nadine Labaki debuta con este film. No sólo lo dirige, sino que también es una de sus actrices protagonistas. El argumento gira entorno a la vida de seis mujeres de Beirut.
Muestra una imagen de Líbano desconocida. No hay espacio para la guerra ni para el terrorismo. Sin embargo, otros temas de gran trascendencia social son tocados tangencialmente, de manera muy inteligente. Así, habla de homosexualidad, de tradición frente a modernidad, de vejez, de locura y de divorcio entre otros. La película produce risa y llanto en cuestión de segundos, pero siempre tratado de una manera muy respetuosa.
Sin duda, Caramel me ha dejado un sabor de boca muy dulce. Quizá porque no esperaba demasiado o quizá porque últimamente salgo siempre decepcionada del cine.
Recomendable 100%
2 comentarios
Rebeca -
oscar -