Epístola de la clemencia

Hoy han abierto el buzón por mí. Había una carta sospechosa. Venía a mi nombre, y en la esquina izquierda había un escudo, el escudo del Real Zaragoza. Venía sin remite. Al llegar a casa he dudado en abrirla, tirarla... pero, oye y ¿sí era que me devolvían parte del dinero del abono? Bueno pues nada con toda la destreza con la que dios me ha dotado, he abierto el sobre.

Querido/a abonado/a:

En este doloroso ,momento en que el Real Zaragoza ha descendido a segunda división, deso dirigirme a usted como presidentede la entidad, en nombre del Consejero de  Administración y de todas las personas que formamos parte del Club.

Ya hemos insistido en ello en nuestras comparecencias públicas, pero en primer lugar queremos perdir perdón por los errores cometidos. En nuestro pro,er año al frente de la entidad, nos planteamos como objetivi terminar entre los puestos más altos de la tabla que dan acceso a competiciones europeas y lo conseguimos, pero en este segundo nos propusimos al menos repetir esa clasificación y evidentemente hemos fracasado.

En todo caso quiero agradecer su apoyo y el de toda la afición.

(...)

Firmado

Eduardo Bandrés Moliné

¿Cómo se te queda el cuepo?