La Francia
Francia ha dejado de ser el espejo en el que mirarse. Aquellos que fueron los vecinos adelantados y envidiados antaño están pasando a ser aquellos seres conservadores que nos sorprenden cada vez más.
La última: la reacción ante la incorporación en la Constitución del reconocimiento de la pluralidad lingüística dentro del territorio francés. La propia Academia Francesa de la Lengua ha declarado que está medida "atenta contra la identidad nacional". Ellos defienden el francés como única lengua, olvidando que idiomas como el euskera, occitano o bretón entre otros se hablan en su territorio. En un manifiesto firmado por toda la Academia han señalado que "tras cinco siglos, la lengua francesa ha forjado la identidad de Francia. Por ello el artículo dos de la Constitución reconoce la evidencia: La lengua de la República es la francesa".
En los últimos años la Academia ha llevado una intensa lucha en contra de la feminización de nombres y profesiones. Todo un ejemplo de tolerancia y progresismo.
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