En los estertores de junio

Llega el verano y se acaban las ganas de escribir. El otro día leí en el Blog de Chic que esto era una paradoja. Ahora que tenemos tiempo libre es cuando menos actualizamos. Y es que no tener nada que hacer te quita mucho tiempo.

Llevo dos semanas de vacaciones made in Zaragoza. No están mal del todo, teniendo en cuenta que esta ciudad cambia cada día. Un viernes vas a pasear y a tu lado se extiende una ladera de tierra y piedras. 24 horas después,  recorres el mismo camino y en vez de ver la grava, descubres un apetecible césped.

La Eurocopa es otra de las distracciones. Este año, ya ha habido suficiente decepción con el Real Zaragoza, así que me prometí a mi misma no emocionarme con la selección. A eso hay que sumarle que cada vez me inquieta menos el combinado nacional, no sé si será por la edad. Y sin embargo este año, por llevar la contraria, el equipo de Aragonés por fin pasa a semifinales tras un emocionante encuentro contra Italia. 

El día de los cuartos de final, nos reunimos para verlo en comunidad, por eso de no sufrir solos. Disfrutamos del partido en un bar del casco histórico de la ciudad. En la segunda parte, se llenó de niños que aclamaban cada jugada positiva de España. Estos niños eran de raza árabe. Sin duda los nuevos españoles. Me hizo ver lo multicultural que puede llegar a ser este país.

La Eurocopa  también me ha permitido conocer cosas de “Gordito” que no me han gustado mucho. Heraldo de Aragón (ese gran periódico) ha tenido una gran idea. Sergio García, el hasta ahora jugador zaragocista, manda cada día su crónica desde tierras austriacas. Han matado dos pájaros de un tiro. Por un lado, se han ahorrado mandar un corresponsal,  por  otro crean morbo. ¿quién no siente curiosidad en cómo escribe el chaval? Y más si tal, ha declarado en una entrevista al periódico Público que jamás ha leído un libro, ni siquiera los que mandaban en el colegio. Me parece a mí que tienen a un pobre becario reelaborando los escritos de Sergio García.

Ansiosa estoy de ver la crónica de mañana, esperemos que en ella salgan las palabras: “Ahora, sólo cabe pensar en el domingo, la gran final contra Alemania. Un sueño hecho realidad”.